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LA PROFUNDIDAD EN EL ACCESORIO MENOS ESPERADO: LAS BOTAS DE SKI

Mediados de 2021, y llega el ítem del invierno que jamás creímos que sería algo potencialmente popular: las botas de ski bajadas a tierra.

La nota de hoy es un tanto particular, ya que esta no es una tendencia muy vista y popular, sino mas bien algo de nicho. Pero, en Roomie, la innovación, el diseño de autor y lo disruptivo y desafiante son inspiraciones.

Las botas de ski parecen un objeto simple que acompaña un vestuario invernal y tan sólo cumple una función elemental. Pero por más usual que sea la prenda que avistamos retornar, siempre hay un por qué y un cómo que se esconde detrás de esa vuelta.

Jamás es aleatoria la popularización de una tendencia, ya que debe responder (explícita o implícitamente) a necesidades y deseos socio-culturales latentes.

En este caso, las botas de ski son particularmente llamativas y protagonistas. Y, su función de abrigo no es suficiente razón para que sean tendencia en esta temporada de invierno (y la que viene en el 2022). Estas botas las vamos a comenzar a ver, soslayadamente, en algunos círculos específicos, pero su asentamiento como accesorio popular, será en los años por venir.

Las botas de ski remiten a tres conceptos básicos que están en potencial auge desde el 2019: la adaptabilidad, la protección y la post-apocalipsis.

Si nos centramos en la primera, la importancia recae en cómo nos olvidamos de una idea absolutista sobre las prendas y accesorios asociados a una sola función o uso. Esta nueva perspectiva utilitaria la llevamos a todos los escenarios y aristas posibles.

Es la era del cuestionamiento. 

Un cuestionamiento que necesariamente incluye funciones y usos, métodos y hábitos. Un cuestionamiento que incita a salirnos de nuestra zona de confort, y pensar en todas las variantes posibles. Así, sentimos el permiso y deseo de resignificar prendas y accesorios asociados a un uso particular y excluyente, como puede ser el ski. 

Nos animamos a descontextualizar para redefinir.

Por otro lado, luego de una crisis, siempre viene una transformación profunda. El mundo fue atravesado y nos vimos dad@s vuelta y sacudid@s por situaciones insólitas que nos sacaron de nuestra zona de confort. Esta experiencia que nos habilitó el cuestionamiento. 

Esto, trae consigo cambios en el vestir. El uniforme de batalla se convierte en una inspiración diaria que nos recuerda que estamos en un período de transformación, de transición y de evolución, y que todo ello requiere una lucha y levantamiento social. Para esto, no queda otra solución que implementar uniformes.

 

Pero, ¿cómo se conecta esto con las botas de ski? La adaptación que veremos en el diseño original bajado para el uso diario nos remitirá a uniformes apocalípticos donde la unión, el reconocimiento ‘de los míos’ a través de la vestimenta, y la protección serán pilares.

En el último tiempo, nos vimos desprotegid@s y amenazad@s por nuestra propia historia de la humanidad. Las consecuencias de nuestras acciones se manifestaron y el abismo nos conduce a  que la necesidad de protección se manifieste en la vestimenta. 

Una protección extrema que nos prepara para la resistencia.

Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.

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