La lucha entre la comodidad y lo exuberante no ha desaparecido.
Este 2021 nos acostumbramos a lo confortable pero también sentimos la necesidad de cambio e innovación, y estos dos deseos no tienen por qué contradecirse.
Construimos un puente entre ellos, a través de los tejidos elastizados.
La elasticidad como concepto es parte fundamental de la adaptabilidad a una nueva era en donde absolutamente todo lo conocido y seguro pende de un hilo. Una era en donde el cuestionamiento es la forma principal de relacionarnos con nuestros alrededores.
Los tejidos elastizados retornan como respuesta a esta necesidad de ser más flexibles, no sólo con la moda, sino con nosotr@s mism@s. La experimentación es sólo posible si nos animamos a la flexibilidad, adaptabilidad y plasticidad.
Así, nos vemos representad@s y comprendid@s por la vuelta de estos textiles, que nos retrotraen a una era ochentosa de diversidad y excesos.
El maximalismo no es la única forma ni vía de asimilar el cambio y la revolución estética social. Y, eso es precisamente lo que aprendemos en este 2021 a través de nuestras elecciones y necesidades en indumentaria.
Nos permitimos cada vez más el cuestionamiento y replanteamiento de las prendas que elegimos, y buscamos que las mismas sean acordes a nuestro deseo más intrínseco y reprimido.
Por ende, para ser parte de este juego y búsqueda experimental, la comodidad es 100% fundamental. Si no nos sentimos cómod@s con nuestro cuerpo y nuestro estilo, entonces difícil será encontrar una identidad que nos represente genuinamente.
La movilidad libre de nuestro cuerpo es parte necesaria para la comodidad.
De este modo, los tejidos elastizados nos permite el movimiento ilimitado, sin dejar de lado la protección de nuestra piel que tanto ansiamos, no sólo por las temperaturas sino de forma insconsciente en plena situación de crisis. Pero, también, estos tejidos posibilitan que nuestros cuerpos no se camuflen detrás de morfologías ilusorias.
Esto viene acompañado de otro de los valores y pilares de este año que ya hemos hablado y tratado en otras notas y tendencias: la transparencia.
En este caso, la transparencia no es literal, pero sí se asocia al respeto y acompañamiento del cuerpo tal y como es.
Muchas veces, las prendas elastizadas las asociamos a tejidos que no nos permiten que nuestro cuerpo se vea natural, ya que generan un efecto de compresión. No obstante, es importante hacer hincapié en la diferencia que hay entre que un tejido sea elastizado y que sea tan apretado que modifique y afecte nuestra morfología corporal natural.
Como parte de un proceso de aceptación de nuestra diversidad corporal, encontramos que los tejidos que se adhieren a nuestros cuerpos los respetan y acompañan, sin necesidad de disfrazar y simular algo que no somos. Sin esa necesidad de llevarlo al extremo de la compresión y la asfixia corporal.
La vuelta de la elasticidad todavía es una tendencia que genera polémica y dudas, y esto se enfoca principalmente en que la aceptación de nuestra esencia morfológica todavía está en proceso. Y, hay quienes, no se sienten segur@s de mostrarse tal y como son por miedo a los prejuicios, a los estereotipos y al qué dirán.
Vos, ¿ya te animaste a la elasticidad?
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Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.
