Por más que ya tenemos asimilado que no existe un sólo color que sea tendencia, no podemos negar que el verde será uno de los protagonistas de este 2021, y por qué no de los próximos 3 a 5 años también.
Nos topamos con el color verde que impulsa la revolución hacia una conexión natural y ecológica. Hablamos mucho sobre evolución, crecimiento y manifestación de estos cambios, pero tendemos a asociar el futuro con la tecnología.
Tal como comprendimos en la nota del 2020 sobre el color naranja, el futuro ideal es mas bien una fusión equilibrada y retro-alimentada de la tecnología futurista y con la naturaleza. El verde manifiesta el origen de la humanidad, su esencia primitiva-animal y la comunicación como pilar hacia una evolución cuidada y anti-destructiva.
Pero, lo más importante que une al verde con el resto de los colores es el impulso revolucionario. Este color representa la ruptura y caída de tabúes y esquemas retrógrados, y el apoyo de la libre elección (ejemplos: el verde como encarnación del CBD y el aborto seguro, libre y gratuito).
La revolución, entonces, la vinculamos a la naturaleza y a la libertad tanto individual como universal. Una revolución que intenta recomponer los ciclos del medio-ambiente y sus recursos.
El verde este 2021 estará presente en todas sus variantes, para aquell@s que se animen a usarlo en demasía y de modo llamativo, pero también para aquell@s que optan por un discurso menos rebelde y un cambio más gradual y pacifista.
Por un lado, los verdes saturados y flúo representarán la revolución digitalizada, el futuro del que no podemos escapar y que nos invita a alzar la voz en pos de nuestras necesidades y deseos como generaciones jóvenes encarnadas de energía, libertad y respeto por los derechos de l@s otr@s.
A su vez, los verdes menta y el militar, los asociaremos a la revolución pero desde un lado más ambientalista y silencioso.
Mientras que los verdes más saturados apelarán por la revolución individualista, la salvación de un@ mism@ y la necesidad de experimentar con el propio cuerpo y experiencia humana singular; los verdes más pasteles y/o apagados, son los que construyen un discurso menos impulsivo-radical y más comunitario-evolutivo.
El verde saturado en tono esmeralda o flúo se vincula estrechamente con el futuro digital, con la matrix y el cuestionamiento filosófico que conlleva ese tema. Nos cuestionamos los por qué detrás de lo ya instituido y regulado, nos olvidamos de las normas como impolutas, y nos animamos a re-construir todo concepto que nos atraviesa y nos define tanto en lo individual como en lo colectivo.
¿Por qué las cosas son como son? ¿Quién lo decidió, hace cuánto y por qué deberíamos hacerle caso a esa decisión? Estas preguntas nos invitarán a cuestionarnos no sólo la industria de la moda, sino mas bien cualquier otra institución que nos oprima, controle o manipule de forma más o menos explícita.
El verde opacado por blanco o por gris representa el miedo a un cuestionamiento que derribe todo lo que nos ‘sostiene’. De por si, el verde militar está asociado al uniforme, a la comunidad que lucha en pos de un bien común. Pero no debemos olvidar, que este verde militar puede también ser representativo de la resistencia al cambio. Un verde que unifica pero no permite que nadie resalte.
Y ustedes, ¿qué verde van a elegir?
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Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.
