Tendencias

EL APOCALIPSIS DE LA MODA

El encierro nos invitó a sumarnos a la comodidad las 24 horas del día. Una de las costumbres que much@s adoptaron fue el completo abandono del corpiño… y qué difícil e incoherente volver a usarlo después de tanto tiempo, ¿no? 

La nueva regla consiste en de-construir los tabúes sobre la ropa interior. Ésta se convertirá en un accesorio más, perdiendo su funcionalidad original ya que la liberación femenina será impulsada y comunicada cada vez más. 

Todo esto ya lo vemos reflejado en la falta de corpiños debajo de las camisetas, remeras y camisas; y, también, en el uso de ropa interior como accesorio para visibilizarlo sutilmente debajo de prendas traslúcidas o transparentes. 

Las funcionalidades y reglas se invierten con el fin de invitarnos a cuestionar sus fundamentos, usos y ventajas.

A partir del 2021, como ya he mencionado en mil y un notas, la revolución se populariza. Por más que esto suene contradictorio, la necesidad de cambio ya deja de ser algo exclusivo de los nichos y segregad@s, y mas bien es solicitada por grupos poblacionales cada vez más grandes. Re-significamos el mensaje que transmite la ropa interior, re-definimos su utilidad y re-memoramos su funcionalidad.

Tal como si fuese de manual, la tendencia siempre convive con la contra-tendencia. Convivirá el re-surgir del #FreeTheNipple de la mano de los tank tops y camisetas variadas al cuerpo junto a la ropa interior, mejor dicho los brassieres, corsets y corpiños, como protagonistas. Desde la manera más sutil de poder divisarlos debajo de tops semi-transparentes, hasta el mero hecho de usarlos como top o sobre prendas más tradicionales (camisas, remeras, poleras, buzos, etc.).

Ya sabemos que este año se caracteriza por el uso de la ropa interior que se hace visible. Pero, otra tendencia que va de la mano de esta idea es el look de entre-casa como apto para salir a la calle. El 2021 sigue rompiendo estructuras, y esta es una de ellas. La comodidad se fusiona con las ganas de volver a la vieja normalidad, en donde vestirse era (y sigue siendo) un ritual de amor propio. Estamos entrando en un período en el que se expresa una necesidad de ser libres y estar en contacto con lo natural y lo sencillo. Esto está, como siempre, acompañado de las tendencias. 

Pero, no podemos olvidar que eso convive con el interés por lo performático a través de la moda, por la transformación de la moda en un arte elemental. El 2021 es la personificación de que no es necesario ser personaje público o tener un evento y/u ocasión especial para vestirse de forma poco tradicional y jugar con la ropa.

Luego de encontrarnos con el fin de una era, y una incertidumbre que nos acecha… el estilo post-apocalíptico nos ayuda a auto-definirnos. Por esto mismo, la ropa interior, de entre casa, la visibilidad de la piel humana y los ‘harapos’ son primordiales en este año. Volver a las raíces, a lo elemental, para re-construir un estilo generacional y personal, desde esa base.

Hoy, los grupos más jóvenes necesitan libertad, necesitan ser sin tener que cumplir expectativas culturales. Por eso, la década que comenzó con el año 2020 va a definirse por la ruptura de prejuicios, estereotipos y estructuras que ya no están alineadas con las mentalidades de los jóvenes. Las generaciones más chicas toman el mando y todo se des-contractura, porque es lo que necesitamos… si no la creatividad no fluye. 

Luego de varios años de estancamiento y ver colecciones y tendencias tan repetitivas, el 2021 nos llena de esperanzas que conducen hacia una nueva era llena de innovación artística. Se comienza a visualizar un mundo sin reglas arbitrarias que a nadie sirven ya que lo único que hacen es limitar nuestra libertad de expresión.

Y como punto de foco de toda esta tendencia, el elemento sensacional del 2021 es una prenda previamente considerada opresiva, retrógrada y exclusiva para la ‘privacidad’: el corset. ¿Por qué eso es exclusivo, elitista y ‘nocturno’? 

La vuelta del corset como tipología representativa de las nuevas reglas y simbologías en moda nos invitan a permitirnos la re-significación de ciertos elementos, palabras, creaciones que alguna vez fueron asociadas a ciertas creencias y prácticas. Lo importante de esto está en comprender que una prenda es simplemente un retazo de tela y que está en nosotr@s darle el significado que más nos guste, represente e interpele.

El corset, hoy, es símbolo de liberación femenina, de fortaleza y de unión y respeto por todas esas mujeres que fueron y siguen siendo oprimidas por la sociedad y cultura patriarcal. 

Hoy, el corset es un elemento de moda que, desde la ironía conceptual, invita a la re-pregunta y re-construcción de nuestros valores y costumbres.

Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.

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