Tendencias

DIY: LA REPRESENTACIÓN DEL PASADO-PRESENTE-FUTURO EN UNA SOLA TÉCNICA COMO TENDENCIA

De la mano de la construcción de una nueva anormalidad, se nos presenta un panorama en el que no podemos obviar la desesperación por descubrir y nutrirnos de conexiones alternativas. El DIY es una técnica que, hoy en día, representa el deseo por la experimentación constante.

La búsqueda de placer que satisfaga nuestra necesidad de sentirnos vivos parece lejana a un simple modo de crear indumentaria y accesorios.

No obstante, como toda tendencia (macro y micro), el DIY representa una necesidad social que acompaña un mensaje trascendental. Esta tendencia se instala entre los nichos demostrándonos cómo el modo de consumir se está, finalmente, transformando.

De este modo, se fusionan necesidades presentes de conexiones alternativas, técnicas ancestrales que nos remiten a lo artesanal e imperfecto, y anhelos futuros que intentan proyectar una moda 100% colaborativa en donde no existe la brecha entre diseñador-consumidor.

Así como muchas otras tendencias del 2020, el DIY nos remonta a los años 60s y 70s, en donde la libertad de expresión era parte del lenguaje rebelde. La vestimenta comenzó a ser implementada para transmitir mensajes como cualquier otra herramienta comunicacional.

El DIY, el naranja, los patrones repetitivos, las poleras, el estilo infantil… todas estas son tendencias que retomamos y re-significamos para darles un uso óptimo y alineado al mensaje de la nueva década.

En su origen, la indumentaria abandonó su entendimiento popular decorativo para ser el gran soporte de la revolución femenina y la revolución por la paz. El descubrimiento de que tod@s pueden emitir un mensaje explícito a través de la ropa y los accesorios que eligiesen, transformó a la moda y dio lugar al nacimiento del estilo propio.

Este año nos encontramos transitando una crisis que nos invita a la reflexión y al auto-conocimiento. Este es el primer paso hacia la construcción de un estilo propio, auténtico y único; un paso que se nos ha regalado gracias a esta pausa impuesta globalmente.

Para poder encontrar un estilo propio y único hay que animarse a hacer esa introspección, a cuestionarse las cosas y a no tener miedo al cambio y la evolución. Comprendiendo el ciclo de las tendencias, uno se da cuenta que, así como todo en la vida, las cosas son cíclicas, y nosotros somos parte de esos ciclos.

El estilo es la proyección de nuestra personalidad. Por eso, es importante conocer nuestros gustos y tendencias para encontrar ese equilibrio entre lo que somos y lo que queremos proyectar, es decir, cómo queremos ser percibidos.

Much@s hemos utilizado este tiempo para reflexionar y replantearnos objetivos y los profundos deseos. Much@s hemos re-descubierto que el sistema no nos ayuda a evolucionar. Much@s hemos decidido que no hay vuelta atrás, y que la moda no puede continuar sosteniendo funcionamientos y procesos arcaicos, procesos que ya perdieron el sentido en la actualidad.

El DIY es la forma más simple de invitar al usuario a ser parte del proceso creativo, de incitar al consumidor común a tomar las riendas de su propia comunicación holística. La integración de esta técnica como base para construir un estilo propio es lo que se estaba pidiendo a gritos.

Esta tendencia simboliza la unión de identidades y fuerzas que buscan la revolución y el despertar de las masas. Una revolución en donde la experimentación y personalización son primordiales. Una revolución en que no sólo se busca destruir viejos esquemas limitantes, sino satisfacer nuestros deseos individuales mediante la conexión genuina.

Este es el momento en el que el equilibrio entre el individualismo y la comunidad se esclarece y comienza a edificarse. El DIY representa este equilibrio colaborativo en donde la esencia personal e individual no se pierde entre la pertenencia a los grupos y las masas.

Related Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *