Dejamos el juego y el color por un rato, y nos metemos en la contra-tendencia de la experimentación. La re-valorización de lo gótico.
Tendemos a asociar la acción de experimentar con el juego, el color y la variabilidad, pero siempre existe un lado oscuro en el que también se puede investigar y profundizar con el fin de re-descubrir(se).
Este 2021, ese lado oscuro nos deja de intimidar o dar miedo. Para dominarlo, nos acercamos a lo oculto, lo vivimos y comprendemos que tenemos la fuerza para atravesarlo con el fin de evolucionar.
Esta conexión con la oscuridad se manifestará en el retorno del color negro como representativo elemental de los nichos en búsqueda de la identidad perdida, del mensaje significativo y de la revolución que introducirá a un cambio no sólo generacional sino trascendental para la raza humana.
Para re-descubrir el lado oscuro, no podemos obviar la propia historia de la marginalidad que otras comunidades y grupos alternativos sufrieron. Estudiamos sobre ellos, nos identificamos y, mediante paralelismos, alzamos la voz e imagen para con ellos.

Así como nos contactamos con lo oscuro, también lo hacemos con lo exótico, lo diferente, lo diverso. Comprendemos que es parte de un todo, y que todxs somos exóticxs a nuestra forma y medida.
Entonces, por fin comprendemos que para integrar la diversidad a la masa debemos fusionarnos con los nichos en su diversidad, sin tratar de cambiarlos y hacerlos pertenecer.
Nos acercamos a creencias y prácticas que vinculamos a rituales ocultistas y esotéricos. Nos acercamos para dejar de sentirlas ajenas a nuestra identidad comunitaria e individual.
Esto deriva en el retorno de lo oscuro no sólo desde el color sino también en el estilo. Re-valoramos la vestimenta victoriana y esotérica, la teatralidad, el disfraz, los encajes, la estructura, el corset, las enaguas y, por sobre todo, los colores grises, negro y rojo. Este último representará el sacrificio, la sangre y la búsqueda de una identidad comunitaria individualista.
Luego de décadas de lucha, dejamos de poner límites entre la identidad individual y la de pertenencia. Nos fusionamos abrazando la historia, los grupos, la diversidad, y la integramos en nuestro propio individualismo.
Por más oscura que sea la tendencia, la oscuridad siempre estuvo acompañada de una connotación negativa, cuando adentrarse en ella es simplemente algo necesario para sobrepasarla e integrarla. Por más ‘pesimista’ que parezca esta oscuridad encontrada mediante la experimentación, es un encuentro con el futuro más utópico que podemos imaginar, y sólo pocxs podrán vivenciarlo.

Como contrapartida dentro de esta oscuridad, retomamos idealismos y tragedias que nos marcaron como sociedad durante siglos. Le volvemos a dar valor a cierto romanticismo idílico en donde el amor es sinónimo de sufrimiento, y el sufrimiento es placer.
Esta asociación que marcó a todxs nuestrxs antecesores, vuelve a hacerse presente al sumergirnos en un universo de historias romantizadas con el fin de nutrirnos de esperanza. Si nos adentramos en estas historias sin intención de discernir, el sacrificio se puede volver a convertir en una parte elemental para el camino de la salvación.
Sentimos tanta culpa por todo lo vivido que la única vía de liberación es el sacrificio.
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Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.










