El agua es uno de los cuatro elementos que compone todo lo que nos rodea. Desde que un ser se gesta dentro de la panza de su madre está en contacto con lo líquido, la raza humana es 75% agua, una persona puede sobrevivir semanas sin ingerir comida, pero sin agua la muerte es inminente.
El agua es un ciclo de conexiones, condensaciones y evaporaciones, es un elemento terrenal y a la vez etéreo. Conecta con la naturaleza tangible e intangible, es la base que se necesita para sobrevivir. El agua en sí misma es tangible e intangible, es impalpable y corpórea.
El agua genera tranquilidad y temores. Al agua hay que respetarla, no se vive sin ella pero es tan poderosa que su falta o exceso en dimensiones exorbitantes mata a todo lo que haya en su camino.
El agua genera curiosidades y esconde misterios en sus más grandes profundidades, misterios sobre un mundo desconocido para el hombre.
El agua se percibe de color azul, y el azul es el color históricamente más ambiguo y generador de pasiones que existe.
El azul existe en la tierra desde el principio de los tiempos, pero su utilización en el arte y la moda no fue tan fácil. Su historia contiene dificultades, enfrentamientos culturales y arte en su máxima expresión. Este color es la esencia de la naturaleza. Desde el comienzo de la historia del planeta tierra, el azul en todas sus gamas se aprecia en las aguas y el cielo.
El azul se convirtió en el color de la Iglesia Católica en el instante en el que se lo apoderaron y reconocieron como el color de los santos. También, se instauró como el color de los uniformes de la policía y los banqueros, representando la fiabilidad y autoridad; al mismo tiempo que se posicionaba como el color de las mujeres aristocráticas.
Recién alrededor de 1838, la Reina Victoria decidió intercambiar el rojo por el azul. Hasta ese momento, se utilizaban el rojo y rosa para los hombres, y el azul y celeste para las mujeres (como símbolo asociado a la pureza de la Virgen María).
El azul ha dividido aguas a lo largo de la historia, ha representado el mal y la desgracia, la depresión y la frialdad; y, simultáneamente, la pureza y divinidad. Es un color unificador que abarca extremos, un color representativo que une opuestos. El azul es agua. El agua también une y separa, genera catástrofes y paz, produce conexiones y soledad a través de la reflexión y la atracción a otro mundo desconocido.
El agua invita a explorar lo distinto y a la introspección. Y, por qué no, a explorarse a uno mismo.
El agua invita a fluir, a sentir y a disfrutar del placer sin culpa; pero también, condensa tensiones, produce temores y genera cierta angustia al enfrentarse al vacío. El agua es donde uno se gesta. Es la materia en donde uno conoce lo que es saciar una necesidad. Es el espacio donde se condensan tantos placeres que se genera un amor-odio para con el medio que lo permite.
De por sí, el acto sexual es un intercambio de sensaciones y fluidos, y el orgasmo es la condensación y manifestación de este placer. Cómo algo tan básico e instintivo como el acto sexual puede ser tan ambigüo, generar placer y dolor, temor y pasión, conexión y separación; al igual que lo es y hace el agua.
El agua y el azul son un elemento conjunto ambigüo, dos conceptos unidos, dicotómicos y contradictorios en su esencia. El agua y el azul dividen y unifican.
El agua y el azul transmiten ambigüedad.
El agua no es azul, sino que eso es lo que vemos cuando se acumula en grandes cantidades. El agua es incolora pero refleja el cielo celeste, la luna y se vuelve naranja con el atardecer. El agua es tan poderosa que es inexplicable en todas sus facetas y variantes.
Refleja a todo el que conecte con ella, esconde un mundo inigualable en sus profundidades, al igual que se esconden los placeres en las profundidades de las mentes.
El agua es esa contradicción que todo ser contiene dentro suyo, es esa dualidad que conecta extremos, es ese placer sano y ese placer culposo.
El agua abarca y explica todo: la bondad, la maldad, la pureza, la fuerza y la pasión.
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Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen.